puntos suspendidos

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martes, 14 de agosto de 2012

...no llega aun

Sólo mi voz me contesta. ¿Ya no te ibas? Tengo mis uñas empeñadas por un coro de elefantes, que aun no llega La belleza del papel en blanco es la misma que la de tus ojos, mirándome. No llega, aun no llega. Tengo colores en las yemas de mis dedos sin uñas. Todas las variedades de rojo en espera de ser tinta para pentagrama. ¿Y en estampida se necesita diferente compás? Debes irte ¿No te ibas? ¡Vete ya! No llega, no llega, aun…

...el mundo duerme

El mundo ha empezado a cerrar los ojos en un inmenso embeleso de sueño eterno. Mis manos, que no escribieron poesía, constatan la suavidad de la luna sin luz. La noche, vacía de voces, no me sabe contar sobre la nada infinita de su azul implacable. La tristeza vuelve fría, quedita, serena y dulce. Inolvidable. Tu nombre es ahora ese jarrón de flores secas que esperaban tu saludo. Tu voz no la recuerdo ya en mi oído. El mundo duerme. 14/agosto/2012

sábado, 26 de noviembre de 2011

...vivir

caminar, leer, dar un paseo con Luna, ir al cine, cantar, bailar, reír, amar...

domingo, 19 de septiembre de 2010

...y desde entonces

Este momento ya no es madrugada desde hace mucho rato.
Sin embargo, escribir en este papel virtual no tiene que ser una restricción:
Alguien se ha instalado en mi mente y desde entonces es un embeleso pensar.

(Junio, 2010)

martes, 14 de septiembre de 2010

...compa

Hola camarada,

Espero que estés bien. Seguro que sí. Yo por lo pronto “bien nomás”; trabajando y alborotada, estudiando y alborotada, viviendo y alborotada.

Ojalá tú estés bien; es necesario que ahora sí lo estés. Ya sabes, para que me sostengas: caigo. Hasta dormida, caigo. Disculpa que retome las comunicaciones en circunstancias parecidas. Perdoncito.

Me rompieron el corazón, compa.

No estoy vencida, lo sé; no estoy en el suelo, lo sé; pero es así como me siento. No voy a morir, no me voy a matar. Por eso te escribo. Me rompieron el corazón y no se enteraron cómo, ni cuándo. Yo hago como que no. Pero sí, compa. Duele mucho. No te escribo para que te alarmes, sino para, abusando de la confianza, saber que hay alguien que me escucha –o me lee, que es casi como lo mismo.

¿Recuerdas la vez anterior, compa? Me sentí hecha mil pedazos. Hasta pensé que de esa tristeza no iba salir y salí caminado despacito, tranquila. Esta vez echaron limón y sal a mis trocitos.

Ahora soy una compañera insomne, una camarada noche herida en la sombra.

Lloro. Lloro mucho y hasta aprovecho pequeños momentos a solas para soltar una lágrima. Darle cierto gusto al nudo de garganta que me traba las palabras. En cambio, en cuanto alguien se aproxima me cambia la expresión y hasta cuento anécdotas. Así estoy medio loquita. Ya va pasar, seguro.

Ojalá sea cierto cuando Jorge Drexler dice (ojalá me lo esté diciendo a mí) que mi corazón va sanar. No tengo paz, compa. Y pierdo la ilación de lo que empiezo. Mis ideas no conectan. Mi palabra no comunica. Mi mente divaga.

Si pudiera dormir todo el día lo haría. Pero, no tengo sueño y sí tengo muchas cosas que hacer, deberes sagrados que cumplir hasta el último cartucho.

Por ahora sobre mí eso nomás. Esas son mis noticias desde el frente. Así están las cosas conmigo. Casi no te he preguntado cómo estás tú. Solamente me he limitado a suponer que estás bien. Y si estas también con la tristecita, cuéntame. Quizá una pena entre dos, sea –de verdad- menos atroz.

Abrazos cálidos para ti, compa. Y para el amor que te rodea.

Desde algún punto en el infinito azul, Luz.


(sin fecha)

lunes, 13 de septiembre de 2010

...Me falla el desenfreno

Ahora estoy pensando qué le diré a este techo en el que nuevamente dejo un poco de mi piel. Su nombre ya no es hombre desde que mi cámara fotográfica registra sonrisas esquivas, llenas de humo y esas miradas evasivas ya no menguan mis abismos aletargados.

Esta es una madrugada fría de junio; ayer comenzó el invierno ¡pero hubo sol! Quién entiende este clima. Yo, por lo menos, no. Como no entendíamos el tiempo de los versos en uno de nuestros viajes a la luna; ni los suyos, ni los míos.

Luz Casals acompaña con esa voz doliente mis últimas llamas esta noche que va siendo mañana. Sola pensando en todo y en nadie. He llorado mucho y sin lágrimas estos últimos minutos. He llorado como hace mucho que no.

¿Cómo ser tan querida y ser tan infeliz? Eso escuché de quien quiero tanto, volviendo pregunta la respuesta, mientras, a sus espaldas, me ensamblaba en este tumbo.

Todo cambia. Mis uñas han cambiado de color varias veces en estos días. Mis manos, a pesar de la añoranza pordiosera, lamen nuevos amaneceres; transportan viejas nuevas frases a mis senos y atajan la lágrima antes de cada última palabra.

(Junio, 2010)

viernes, 13 de agosto de 2010

...volaré

¿Vendrá alguien a rescatarme de este vaivén
hacia el olvido
en el que me sumerjo
todos los días?

Quizá terminaré saltando desde esta ventana
que me conecta con nada.

No. No le haría eso.
No taparé con mi sangre su mirada
al cielo nublado de Lima.

Saltaré. Y no será sino al vacio de mi fondo
inconmensurable y allanado.

Volaré. Pero no será éste el punto de mi partida.

(Abril, 2010)

domingo, 8 de agosto de 2010

...la luna, hoy

La luna hoy tiene aretes,
argollas de plata se mecen al compás de su silbido de viento
Es fresca la ternura de su beso
creciente
Desde mis pezones hasta mis mil sonrisas.

Me he quedado pegada al inicio de su verbo
Como al néctar
de la poesía que hoy da forma a su cuerpo
caliente,
misterioso,
contento.

(Febrero, 2010)

...te escribo

Saludos mordidos, miradas de reojos,
dos manos
frías
escriben.
Te escribo.

(Febrero, 2010)

...este momento

Quién diría que soy yo misma
la que en medio de un beso
sale corriendo en busca de un lapicero azul

La noche.
Esa noche ya cantaba tu nombre.
Escurridizas las nubes oscuras
se esparcen a tus pies

La luna mira
y cuenta en dialectos resumidos
un pequeño secreto,
una peligrosa verdad:
no serás más la gota de luz sobre esta cama noctámbula
Tu frente no está en mi vientre
Este momento se llama todo.
Tu eres este momento.

(Febrero, 2010)